En junio de 2021, la municipalidad distrital de Machu Picchu en coordinación con importantes actores como el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP), Grupo Aje, Inkaterra hoteles y entre otros ha medido las emisiones de los gases de efecto invernadero (GEI) que se generaron en el distrito de Machu Picchu en los años 2019 y 2020. Esta fue una actividad que se inició en marzo del mismo año y que tuvo como objetivo impulsar la gestión de la huella de carbono en la administración pública de la Municipalidad Distrital de Machu Picchu, posibilitando que, a través de la ejecución de acciones encaminadas a la reducción de emisiones de GEI (mitigación), se alcance la certificación Carbono Neutral y se impulse una programación de trabajo que catalice la recuperación económica y el desarrollo sostenible del destino turístico.
La huella de carbono es un paso más que da el distrito en su gestión para mitigar el cambio climático y desarrollar el turismo sostenible. Esta huella ha permitido identificar como las actividades que se desarrollan en el distrito impactan en el clima y por tanto permiten evaluar el inicio de gestiones con miras de convertir a esta ciudad en una con bajas emisiones de carbono y en un destino turístico carbono neutro.
La cuantificación de las emisiones de GEI que se generan en el distrito de Machu Picchu ha sido realizado siguiendo las orientaciones y directrices de importantes estándares internacionales (Protocolo Global para Inventarios de Emisión de Gases de Efecto Invernadero a Escala Comunitaria – Estándar de contabilidad y de reporte para las ciudades) y complementadas con las metodologías de cálculo que figuran en las Directrices para la Elaboración de Inventarios Nacionales de GEI del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). Se consideraron las emisiones generadas dentro de todo el distrito de Machu Picchu, considerando los alcances 1,2 y 3 y bajo un enfoque de ciudad: básico. La medición y reporte realizados se elaboraron en cumplimiento de los principios de: relevancia, exhaustividad, coherencia, transparencia y precisión.
Las emisiones de GEI obtenidas fueron de 8,618 tCO2eq y 3,320 tCO2eq para los años 2019 y 2020 respectivamente. La principal fuente de emisión de GEI en ambos años fue el transporte realizado por los trenes, que contabilizó las emisiones de GEI de este transporte dentro de los límites del distrito (alcance 1). Otras fuentes de emisión importantes fueron el consumo de electricidad (principalmente por parte de las distintas actividades comerciales), transporte por buses (que usan los turistas para visitar la Llaqta) y el consumo de GLP (por parte de las distintas actividades comerciales).
Emisiones de GEI en el distrito de Machu Picchu según fuentes y años
El año 2020 presentó una gran reducción de emisiones de GEI respecto a 2019 debido a que desde marzo de dicho año se paralizó la actividad turística, lo que lógicamente redujo la intensidad de uso de las distintas fuentes de emisión de GEI. Las fuentes que tuvieron una mayor variación entre estos años fueron el transporte por buses, así como el transporte por trenes.
Las distintas iniciativas que favorecen al cuidado ambiental en Machu Picchu contribuyen también en la mitigación del cambio climático. Estas iniciativas se han venido realizando mediante la coordinación del gobierno local con actores del sector privado, los mismos que vienen realizando esfuerzos por promover un turismo sostenible y respetuosos con el ambiente y el clima. Como iniciativas que contribuyen a la reducción del impacto en el clima tenemos:
- Pirolisis de residuos sólidos.- que reduce la disposición final de residuos sólidos orgánicos, siendo estos generadores de metano cuando son finalmente dispuestos. Por esta actividad se evitaron emitir 18.4[AC1] tCO2e en los años 2019 y 2020.
Además, el producto generado por la pirólisis, denominado biocarbón, es capaz de absorber importantes cantidades de dióxido de carbono (CO2) atmosférico, aunque aún se desconoce su método de cuantificación.
- Compactación de residuos sólidos.- que reduce los volúmenes de transporte de residuos de Tereftalato de Polietileno (PET) generados y que favorecen a la actividad del reciclaje, la misma que conduce a la reducción de emisiones de GEI en sus procesos productivos.
- Plantación de árboles.- que generan absorción del CO2 atmosférico, asimilando dicho carbono como parte de su biomasa en desarrollo.
- Producción de biodiesel.- Que aprovecha los residuos de aceites para producir biodiesel, un combustible de bajas emisiones de carbono. Debido al biodiesel producido (en los años 2019 y 2020) y su uso como remplazo al diesel se ha evitado emitir 18.6[AC2] tCO2eq.
Como parte del trabajo se identificaron distintas medidas de mitigación para que sean evaluadas y posterior a esto puedan ser implementadas y sumen a los esfuerzos que ya se vienen realizando. Entre las medidas se recomendaron las siguientes:
- Mejorar el existente proceso de pirolisis. Específicamente en la etapa del secado de residuos y en la que se consume actualmente GLP, recomendándose cambiar este por el biodiesel que se produce en Machu Picchu.
- Iluminación de bajas emisiones. A través de un trabajo conjunto entre el gobierno y otros actores involucrados. Impulsando el uso de tecnologías LED.
- Viajes por tren y buses. Debido a que estos tienen un alto consumo se recomienda que estos puedan brindar un servicio carbono neutro y que en un largo plazo pueda evaluarse el utilizar trenes eléctricos.
- Turismo carbono-neutro. El gobierno debe trabajar en ofrecer paquetes turísticos que neutralicen las emisiones de GEI de las actividades que realicen los turistas visitantes.
Esta huella de carbono es un primer e importante paso para realizar una continua y creciente gestión, amigable y sostenible, que priorice el cuidado del planeta y que minimice al máximo sus impactos al clima. En ese sentido Machu Picchu se vuelve mucho más atractivo aún, toda vez que vela por este tipo de cuidados, volviéndose así un mejor destino ecoturístico.
Finalmente se concluye que conocer el impacto en el clima que genera el distrito de Machu Picchu es un primer y fundamental paso de gestión que debe ser continuo y creciente, de manera que se siga trabajando en nuevos esfuerzos, de forma conjunta entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil en materia ambiental y de cambio climático. A la fecha se han venido implementando medidas de mitigación de forma coordinada entre el gobierno local, instancias gubernamentales como SERNANP, MINCETUR, entre otros y empresas del sector privado como Grupo Aje e Inkaterra hoteles. Esto es fundamental para asegurar una gestión ambiental adecuada de la ciudad y el turismo, de forma equilibrada y respetuosa con el ambiente.
[AC1]8.5 y 9.9 en 2019 y 2020 respectivamente.
[AC2]17.93 y 0.67 en 2019 y 2020 respectivamente.