La capacidad de recuperación y la prosperidad de la pesca artesanal de la región son cruciales, ya que constituyen la principal fuente de sustento de los pescadores del sector. El reciente impacto del huracán Beryl en Granada, San Vicente y las Granadinas, Jamaica y Barbados ha puesto de relieve la urgente necesidad de proteger y modernizar este sector crítico.
La tormenta, un claro indicio del cambio climático, ha mostrado la devastación potencial que los huracanes de formación rápida pueden acarrear para las comunidades y los medios de subsistencia. En respuesta a estos desafíos, el Mecanismo Regional de Pesca del Caribe (CRFM) está promoviendo prácticas pesqueras sostenibles y resiliencia.
Sus iniciativas, que incluyen la descarbonización del sector, la mejora de la restauración del hábitat marino y la obtención de recursos financieros para la adaptación y la mitigación, son cruciales. Sin embargo, también es necesario el apoyo internacional para garantizar un futuro resiliente a las industrias pesquera y acuícola de la región.
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